"Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices". (Victor Hugo)
sábado, 28 de septiembre de 2013
Porque no tolerar a Bozzo
martes, 6 de enero de 2009
Feliz humanidad.
¿Por qué en ocasiones sentimos que somos molestos para las personas que queremos y que de una forma u otra nos han hecho saber que somos importantes para ellos?
Las respuestas podrían ser muchas, y, existirán desde las caseras hasta las teorías psicológicas mas elaboradas, sin embargo es bueno aceptar que lo mejor que nos puede suceder es que sea por alguno de los siguientes motivos.
1.- Hartazgo natural después de que aquellos momentos que compartían dejaron de ser novedosos y/o importantes.
2.- Sentimiento de pérdida de espacio vital aún cuando en su corazón sigan guardando un espacio importante para el ti.
3.- Desilusión y rechazo porque no eres precisamente lo que pensaban o bien porque sigues siendo el mismo y los otros han evolucionado.
En verdad, cualquiera de estas razones es aceptable, aun cuando no deja de ser triste por la consecuente lejanía (corta o larga) que se ha producido o que en algún momento se producirá. Sin embargo lo que si sería realmente doloroso, es que la distancia fuera la consecuencia de que los otros se sientan heridos por alguna palabra o acción y ante la duda se inclinen a creer que el hecho fue a propósito y con intención de lastimar. No debemos dejar que esto último sea lo que invada nuestro corazón porque entonces si perderíamos la oportunidad de volver a alegrarnos junto a esos otros que nos han acompañado en diversos momentos.
Hoy presento esta reflexión porque durante mi transito por esta vida he logrado cosechar momentos realmente maravillosos junto a personas verdaderamente valiosas y que nunca dejaré de admirar por quienes fueron, son y llegarán a ser. En diversos momentos de la vida me ha tocado incrustar en el corazón un diamante que representa lo valiosa que ha sido una persona en particular, hoy, llegó otra vez el momento de alojar un diamante y claro, el hecho duele porque necesariamente se tiene que hacer un hueco profundo ya que aun cuando no se sabe por cuanto tiempo se dará la lejanía es necesario que quede bien fijo en el corazón ese diamante para que jamás se caiga y siempre me acompañe el recuerdo de la persona y los momentos compartidos; porque eso si, como dice Fernando Delgadillo, aún cuando la vida nos mande llamar y el viento nos aleje como hojas que vienen y van, lo importante es no guardar rencores porque la vida es así y el viento unirá nuevamente las hojas y llegará el momento en que se reúnan llenando nuevamente su corazón de felicidad y fe en la humanidad.
martes, 29 de enero de 2008
Último informe de Bush.
¡Cuidado!... que vigentes están hoy y han estado las palabras de José Saramago, ¿hasta cuando el “Factor Díos” seguirá opacando la esencia del hombre, hasta cuando comenzaremos a humanizarnos, hasta cuando nos haremos responsables de nuestra vida, de nuestras decisiones, de nuestra falta de humanidad? ¿Hasta cuándo el “Factor Dios” encubrirá nuestra cobardía?
Escucha la narración del Factor Dios de Saramago.
domingo, 13 de enero de 2008
El Amor Platónico y las Semillas
No fue hasta que leí dos veces el Banquete y que releí la historia de las semillas que entendí, creo, el significado del Amor. En definitiva el amor es el que engendra y da a luz lo “bello” que existe en el hombre y le deja, a su vez una cuantiosa herencia que no tiene que ver con el mundo material; dicha herencia son las virtudes.
Entiendo también, que quién se dedica a educar –que ahora mismo pienso que somos todos los humanos sea cual sea nuestra profesión – tiene la maravillosa oportunidad de trascender al sembrar en los otros las semillas de los valores humanos.
Este Amor, va mas allá de la posesión de bienes o de la satisfacción de deseos, porque su fruto a pesar de ser intangible alimenta el alma de quién lo engendra y de quién lo recibe.
Pero para que el Amor Platónico sea, requiere de la congruencia, sabiduría y templaza de las que fue ejemplo Sócrates al no aprovecharse de la admiración y “enamoramiento” de Alcibíades. Con su ejemplo le demostró a éste que lo amaba.
01-01-2008